Si buscas un destino lleno de encanto, belleza natural y excelente vino, Blenheim es la elección perfecta. Situada en la región vinícola de Marlborough, en Nueva Zelanda, tiene mucho que ofrecer a los viajeros mexicanos que buscan una experiencia única.
Blenheim goza de un clima soleado, que es ideal para la producción de vino, especialmente de Sauvignon Blanc. Con alrededor de 30 bodegas en los alrededores de Blenheim, no es de extrañar que este destino sea una parada obligatoria para los amantes del vino.
La mejor manera de explorar Blenheim y las bodegas cercanas es en coche. Puedes alquilar un coche en el Aeropuerto de Woodbourne, situado a 8 km de la ciudad. Ten en cuenta que en Nueva Zelanda se conduce por la izquierda, a diferencia de México.
Dado que las zonas vitivinícolas pueden tener terrenos irregulares, es recomendable alquilar un vehículo con tracción en las cuatro ruedas. Sin embargo, si solo piensas conducir por la ciudad, un coche compacto será más que suficiente.
En Blenheim, puedes disfrutar del hermoso Parque Seymour y del Museo del Avión Omaka. Sin embargo, la verdadera joya de Blenheim son las bodegas. Algunas, como Cloudy Bay y Brancott Estate, ofrecen visitas guiadas y degustaciones.
Blenheim también cuenta con una estación de tren. Si prefieres no conducir, puedes coger un tren desde Picton o Christchurch. Para los mexicanos que no están acostumbrados, viajar en tren puede ser una novedosa y entretenida opción de transporte.
La moneda utilizada en Nueva Zelanda es el dólar neozelandés. Asegúrate de cambiar tu dinero antes de ir a las bodegas, ya que algunas pueden no aceptar tarjetas de crédito.
Blenheim cuenta con un clima cálido, pero recuerda que las estaciones en Nueva Zelanda son opuestas a las de México. Cuando es verano allí, es invierno aquí, así que empaca en consecuencia.
No puedes dejar de visitar Blenheim en tu próximo viaje a Nueva Zelanda. Con su vino de excelente calidad, hermosos paisajes y atmosfera relajada, será una experiencia inolvidable.