Para mantener la flexibilidad durante tu estancia, alquilar un coche es la mejor opción. Para las zonas rurales y los parques nacionales de los alrededores, te recomendamos un SUV o un coche con tracción en las cuatro ruedas. En la ciudad, un sedán o un compacto será más que suficiente.
A diferencia de México, los semáforos en los Estados Unidos no están en la esquina de la intersección, sino en el otro lado. Además, siempre es aconsejable conocer las normas locales de adelantamiento y qué hacer en casos de accidentes o averías.
Hanover está compuesto por una serie de pequeños y encantadores barrios. No te pierdas una visita a la playa de la ciudad, punto de encuentro popular tanto para locales como para visitantes con sus restaurantes locales y su magnífica vista al océano.
El clima en Hanover puede variar mucho del clima mexicano. Los inviernos suelen ser fríos y los veranos, cálidos y húmedos. Así que no olvides comprobar el pronóstico del tiempo antes de empacar.
La moneda local es el dólar estadounidense (USD). Los bancos y los cajeros automáticos son fácilmente accesibles, y las tarjetas de crédito son aceptadas en casi todos los lugares.
Independientemente de la época del año de tu visita, siempre hay algo que hacer en Hanover. La temporada estival está repleta de conciertos al aire libre, mientras que la temporada navideña cuenta con luces festivas y desfiles.
La mayoría de los visitantes llegan a través de los aeropuertos internacionales Newark Liberty o LaGuardia. Una vez en Hanover, el alquiler de coches es la forma más conveniente de moverse. Recuerda que las normas de tráfico pueden ser un poco diferentes a las de México, así que es importante familiarizarte con ellas antes de conducir.