Situada en el corazón de Turquía, Erzincan te invita a vivir momentos inolvidables llenos de riqueza histórica, belleza natural y calidez. Si bien es menos frequente en las rutas típicas de los turistas, vale la pena descubrir.
El viaje desde México a Erzincan requiere preparación. No hay vuelos directos, por lo que tendrás que hacer al menos una escala, posiblemente en Ciudad de México, Estados Unidos o Europa. Además, no olvides solicitar tu visa turca con anticipación.
En Turquía, la moneda utilizada es la lira turca (TRY). Puedes cambiar tus pesos mexicanos en el aeropuerto, pero te recomendamos hacerlo en casas de cambio locales en Erzincan para obtener una mejor tasa.
Erzincan es una ciudad bastante pequeña, lo que la hace perfecta para explorar en coche. Aquí tienes algunos consejos y recomendaciones.
El límite de velocidad en las zonas urbanas es de 50 km/h y en las carreteras de dos carriles es de 90 km/h. Recuerda que en Turquía se conduce por el lado derecho de la carretera, contrario a México.
Un coche compacto será suficiente para moverse por la ciudad. Pero si planeas explorar los alrededores de Erzincan, es posible que desees alquilar un SUV, especialmente durante el invierno cuando la nieve puede ser un desafío.
Erzincan tiene mucho que ofrecer, desde hermosos paisajes hasta increíbles vistas panorámicas y rica historia.
La Fortaleza de Erzincan, la Tumba de Mama Hatun y la Mezquita de Abdurrahman Gazi son solo algunas de las bellezas históricas que puedes visitar en Erzincan.
Explora la Reserva Natural de Terzibaba y disfruta de un día en el Lago de Ergan Montaña, dos refrescantes cambios de escenario que no te puedes perder.
Erzincan disfruta de un clima suave, con veranos calurosos e inviernos fríos. La ciudad alberga varios eventos durante todo el año, incluido el Festival de la Cosecha de Uvas en septiembre.
Erzincan es una joya escondida en Turquía que esperamos que explores y disfrutes al máximo en tu próximo viaje. No dudes en alquilar un coche para disfrutar de esta maravillosa ciudad a tu propio ritmo. ¡Feliz viaje!