Conocida como la ciudad que nunca duerme, Yogyakarta es un tesoro oculto en la isla de Java, en Indonesia. Yogyakarta se presta a la exploración y la aventura, y como mexicanos, encontrarán una rica tapeztería de cultura e historia que les resultará familiar y prometedor.
Manejar en Yogyakarta puede ser una experiencia emocionante pero desafiante. Aquí, se maneja por el lado izquierdo de la carretera, al contrario de lo que estábamos acostumbrados en México. Las reglas de tránsito son rígidas y hay que estar listo para cruzar con motocicletas, bicicletas y peatones en momentos inesperados.
El estacionamiento puede ser difícil en el centro de la ciudad debido a la falta de espacios disponibles. La mejor opción es alquilar un lugar en un garage privado. Los costos de estacionamiento son generalmente bajos, alrededor de 10,000 rupias indonesias (aproximadamente $0,70 USD) por hora.
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Yogyakarta es famoso por sus templos, en particular el Borobudur y el Prambanan. Borobudur es el templo budista más grande del mundo y Prambanan es un conjunto de templos hindúes. Además, Yogyakarta es también conocido por su vibrante arte de calle y su música tradicional, el gamelan.
El combustible es significativamente más barato en Indonesia que en México. El costo promedio por litro es de alrededor de 7,000 rupias indonesias (aproximadamente $0,50 USD).
El Palacio del Sultan es una visita obligada en Yogyakarta. Otras áreas interesantes son Prawirotaman, conocida por sus mercados de artesanías, y Malioboro, famosa por su comida callejera.
La rupia indonesia es la moneda oficial. Los cajeros automáticos están disponibles en toda la ciudad. Sin embargo, es aconsejable llevar siempre dinero en efectivo para los pequeños comerciantes.
Yogyakarta es conocida por sus coloridos festivales, como el Festival de las Luces y el Festival de la Luna Llena. Yogyakarta es conocida por su clima cálido y húmedo durante todo el año, por lo que te recomendamos que empaques en consecuencia.